Si hay una región que condensa perfectamente el fascinante equilibrio de Colombia entre tradición y modernidad, es la de los Andes Orientales Colombianos. Extendiéndose hacia el norte desde la inmensa y moderna capital, Bogotá, con sus rascacielos, sus cautivadores museos, su gastronomía y su riquísima oferta cultural, la región transporta rápidamente a los visitantes a otro mundo, a una época de leyendas, de reinos perdidos y pequeños pueblos coloniales. Muchos de estos pueblos, como Villa de Leyva y Barichara, conservan el encanto del viejo mundo sin que lo contemporáneo, a tan sólo un corto trayecto en coche, les afecte.
Los Andes Orientales Colombianos son los Andes dónde empezó la colonización, pero también los de la ruta libertadora, el escenario dónde se cruzaron las culturas indígenas ancestrales con la europea y la criolla, generando un imaginario poderoso e impulsando leyendas como la de El Dorado. Tierra de cumbres, páramos y valles, los Andes Orientales albergan Parques Naturales impresionantes, como el PNN El Cocuy, la mayor masa glaciar de Colombia con más de 25 picos cubiertos de hielo y 150 lagunas, o el Cañón del Chicamocha, que ofrecen un sinfín de opciones para los deportes de aventura. Para los amantes de la naturaleza menos experimentados, encontramos el Parque Natural Chicaque, a sólo 30 minutos de Bogotá, o el PNN Chingaza, un tesoro natural que guarda secretos y pensamientos de los Muiscas y los Guayupes, pueblos indígenas que resguardaban este mágico territorio. La centralidad de los Andes Orientales Colombianos permite tomar conciencia de la cordillera, desde los llanos o desde el Valle del Magdalena, un paraíso para los amantes del ciclismo.