Norte de Santander, hogar de páramos y valles legendarios

Pie de foto: Panorámica del páramo de Santurbán, ubicado en el departamento de Norte de Santander.

Crédito: Sebastián Delgado C // Shutterstock.com

El departamento de Norte de Santander es una tierra que goza de una variada geografía e importantes fuentes hídricas que influyen en su diversidad de climas y pisos térmicos, permitiendo que los visitantes se conecten con la naturaleza a través de la aventura.

El departamento de Norte de Santander se ubica en la región nororiental de Colombia, limitando al norte y al oriente con Venezuela. Su geografía privilegiada la componen páramos, serranías, mesetas, llanuras, cerros e importantes fuentes hídricas que lo convierten en una región inmensamente rica en paisajes y climas.

Gracias a su ubicación y abundancia de recursos naturales, Norte de Santander es un eje económico y comercial del país, principalmente en el sector agrícola con la producción de arroz, caña de azúcar, yuca, plátano, algodón, café, durazno, piña, entre otros.

Gente Pujante

Norte de Santander goza de una herencia ancestral de indígenas Motilones y Chitareros, que se caracterizaron por ser guerreros, fuertes y luchadores, un espíritu que hoy se mantiene en la personalidad gallarda y templada de los nortesantandereanos. Esto también les ha permitido, entre otras cosas, ser grandes comerciantes y emprendedores.

El departamento cuenta con una industria de calzado y confección que es reconocida en todo el país, y, al ser frontera con Venezuela, se ha convertido en un paso comercial que ha aportado progreso y dinamismo de la economía regional y nacional.

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Naturaleza, aventura e historia

Norte de Santander es un departamento cuya geografía invita a recorrerlo y disfrutarlo. Su riqueza natural e importancia ecológica permite que el visitante se aventure a conocer formaciones rocosas, cuevas, lagunas, cascadas y otras actividades que posicionan a la región como un destino de hazaña, que a su vez recoge parte de la historia del país.

Alineado con la historia, el legado indígena y su relieve, Norte de Santander ofrece variedad de destinos turísticos como el páramo de Santurbán, el mayor atractivo natural de la región, Playa de Belén, declarado Monumento Nacional de Colombia, Villa del Rosario, antigua capital de la Gran Colombia, y la ciudad de Cúcuta, capital del departamento y escenario de parte de la historia del país.

Cita destacada: A través de sus relámpagos, el Faro del Catatumbo evoca una tormenta eléctrica digna de admiración y sorpresa. Un fenómeno que, a pesar de producirse en el lago Maracaibo, en Venezuela, es posible ver desde Colombia y tiene potencial de convertirse en un atractivo de talla mundial.

El departamento concentra, además, una importante producción de cultivos que resaltan la región donde se cosecha y que hoy son motivo de interés por parte de los visitantes.

Es así como cada vez se populariza más la Ruta del Durazno y el Agua en los municipios de Pamplona, Cácota y Chitagá; el turismo y las danzas tradicionales alrededor de las plantaciones de piña en el municipio de Teorama; y el café de Toledo.

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Pie de foto: Gracias a su belleza, la ciudad de Cúcuta ha recibido apodos como la ‘Perla del Norte’.

Oferta gastronómica

Por último, Norte de Santander goza de una amplia y variada gastronomía, resultado de la interacción y la mezcla cultural que ha vivido la región, e incorpora elementos que evidencian la rudeza de su relieve y la adaptación de sus pobladores.

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Entre los platos característicos que ofrece este departamento están las hallacas, adoptadas de la tradición venezolana; la rampuchada, una receta de origen indígena a la que se le atribuye beneficios de la eterna juventud, siendo el rampuche un pez que se da únicamente en los ríos de la región; la arepa ocareña, cuya preparación es a base de maíz y queso, y es servida sobre una hoja de plátano para resaltar su sabor.

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Pie de fotos: Aunque las hallacas tienen su origen en Venezuela, la región las adaptó como propias y hoy es uno de sus platos insignias.