Boyacá tierra fértil y bondadosa

Alt: Municipio de Ráquira, departamento de Boyacá.

Crédito: Germán Rojas // Shutterstock.com 

En el departamento de Boyacá se vive el respeto, la gratitud y la protección por la tierra. Sus habitantes son personas entregadas, modestas y generosas que llevan consigo el legado de un campo fértil y productivo que provee generosamente los alimentos que llegan a las mesas de todo el país.

Dicen sus habitantes que todo lo que se cultiva en Boyacá, crece. Es la tierra que les da de comer y por eso la respetan y la cuidan con todos los saberes que han adquirido a raíz de trabajarla, ararla, cosecharla y sembrarla por años.

Además de productivo, Boyacá es un territorio de imponentes paisajes, montañas, valles, bosques, páramos y cultivos que trasmite tranquilidad a donde quiera que se vaya, con gente modesta y generosa que siempre recibe a los turistas con los brazos abiertos para mostrar lo mejor de su departamento. 

La despensa de Colombia

Gozar de una geografía que abarca todos los pisos térmicos le ha permitido al departamento de Boyacá ser un territorio privilegiado para la producción de alimentos que no solo abastecen el departamento, sino a buena parte del país.

Gracias a la sabiduría que sus habitantes han heredado de sus ancestros, esta tierra se ha mantenido productiva a través de generaciones. De ahí a que gran parte de los atractivos turísticos de Boyacá se conecten con ese nacer en una tierra fértil y bondadosa.

Su gastronomía refleja esa abundancia. Las sopas, entre las que destacan la mazamorra chiquita, el cuchuco de trigo y el mute de maíz, son platos insignia de la región porque contienen todo lo que dan las cosechas: frijoles, cubios, nabos, habas, papas y demás tubérculos que vienen de la tradición de los indígenas y los abuelos. Otras preparaciones típicas son el cocido boyacense, la fritanga, las arepas y los envueltos y amasijos.

El efecto de la bonanza de sus cultivos también se ve representado en la celebración del Festival de la Tomatina de Sutamarchán, donde agricultores de la región reúnen los tomates maduros que van a desechar o que no son aptos para el consumo para utilizarlos como arsenal en una divertida batalla de tomates en la que participan grandes y chicos.

Destacado:  Descarga la revista sobre el departamento de Boyacá en la que se encuentran los paisajes más maravillosos de esta región del país. 

Lugares de contemplación:

Boyacá cuenta con diversidad de paisajes en cinco pisos térmicos. Lugares ideales para la contemplación, así como la conexión con la naturaleza. Entre los más representativos están el Páramo de Ocetá, las Aguas termales de Paipa, la Laguna de Tota, la Laguna de Iguaque, el Desierto de la Candelaria, los Pozos Azules de Villa de Leyva y el Parque Nacional Natural del Cocuy, que es la mayor masa glaciar de Colombia, conformada por más de 25 picos cubiertos de hielo y nieve.

Gente modesta y humilde

Desde su disposición y forma geográfica, Boyacá se representa en una imagen de “brazos abiertos”, que se asocia a la contención, al cuidado y a la protección. En esa misma línea, como protectores de la tierra, los boyacenses han afianzado una personalidad entregada, cuidadora, agradecida y modesta. A pesar de tener grandes méritos y saberes, conversan su humildad y el orgullo por sus raíces campesinas.

Algunos de los principales símbolos que identifican a los boyacenses son:

La ruana: representación del manto sagrado y la protección de sus tradiciones y de su saber.

Sumercé: manifestación o gesto de respeto, humildad y cercanía en las relaciones.

Cachetirojo: enrojecimiento en la cara, resultado de las largas jornadas de trabajo en el campo.

Las manos: son la herramienta principal para el cultivo y todas las actividades que realizan a diario.

Cita destacada: Los boyacenses son creyentes y practicantes católicos, principalmente de la Virgen de Chiquinquirá, a la cual se le tiene devoción y fe. Que se le llame ‘La patrona de Colombia’ reafirma sus valores de protección y cuidado que permean su esencia. 

La Carranga, por su parte, se considera el lenguaje boyacense. Este género musical insignia del departamento se dio a conocer en todo el país de la mano de Jorge Velosa y los Carrangueros de Ráquira y se caracteriza por narrar, a través de sus letras, la cotidianidad y las tradiciones de los campesinos.

Alt: Puesto de comida en el mercado semanal del municipio de Vila de Leyva.

Crédito: Barna Tanko // Shutterstock.com

Pie de fotos: Los boyacenses cuentan con una personalidad moderada, humilde e introvertida, que posee grandes saberes de los que no les interesa presumir.

Múltiples saberes

La tierra ha formado al boyacense a través de diferentes oficios convirtiéndolos en sabedores de conocimientos, que entienden de qué manera pueden aprovechar los recursos que tiene su departamento.

En ese sentido, los boyacenses son grandes artesanos destacando en la elaboración de ruanas, alpargatas, tapetes, cobijas, cestas, alfarería y sombreros, entre otros productos. También hacen parte del sector ganadero con la producción de lácteos, carnes y cueros, y aportan el 99% de la producción de esmeraldas del país.

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Los boyacenses también conmemoran y comparten su conocimiento y saber mediante celebraciones como el Festival Internacional de la Cultura de Tunja, y sitios que hablen de su historia y de su identidad.

Algunos de esos destinos son Villa de Leyva, que encanta a los visitantes con sus casas blancas, calles empedradas e imponente Plaza; la Casa Terracota, considerada la cerámica más grande del mundo; el Parque Arqueológico de Moniquirá El Infiernito; el municipio de Ráquira, que destaca por su alfarería; y Nobsa, conocido por sus emblemáticas ruanas.

Alt: La Casa Terracota, ubicada en el municipio de Villa de Leyva en el departamento de Boyacá.

Crédito: Nowaczyk // Shutterstock.com

Pie de fotos: La Casa Terracota es un proyecto de construcción que utiliza los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego, para convertir la tierra cocida en arquitectura.