Nariño, Colombia, un territorio de contrastes | Colombia Travel

Alt: El Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas, ubicado a 7 km de la ciudad de Ipiales, es uno de los destinos religiosos más visitados de Colombia.

Crédito: Jolyn Chua // Shutterstock.com 

Nariño es un destino lleno de contrastes, donde confluyen la costa pacífica, los Andes y el piedemonte amazónico, y cuya cultura es el resultado de fuertes legados indígenas y afrodescendientes que rescatan la conexión con la naturaleza y la espiritualidad.

El departamento de Nariño pertenece al macizo colombiano, una región cubierta por páramos, montañas y volcanes, cuna de grandes ríos y de la cultura andina colombiana. Posee lugares ideales para los viajeros que buscan desconectarse de la vida diaria para apreciar el agua y los sonidos de la tierra, así como una cultura llena de fuertes legados indígenas y afrodescendientes que conservan su conexión con la naturaleza, sus raíces y la espiritualidad.

Geografía privilegiada

Nariño, Colombia, es un territorio de contrastes donde confluyen la costa pacífica, los Andes y el piedemonte amazónico. Sobre la costa pacífica se encuentran lugares como las Reservas Naturales Río Ñambi y La Planada, destacadas por la diversidad en flora y fauna. Allí también se encuentra el municipio de Tumaco, un destino que atrae por la calidez de su gente, la gastronomía y sus paisajes inigualables como la Playa de El Morro, donde los viajeros pueden caminar bajo un arco natural de piedra.

Sobre las cordilleras, por su parte, Nariño alberga el Santuario de Fauna y Flora Galeras, un sitio importante para el turismo ecológico y de aventura. Su principal atractivo es el Volcán Galeras, pero alberga también lagunas, lagunillas, 120 ríos y es, además, el hogar de 16 especies de colibríes y 6 especies de ranas.

Aquí también se encuentra la Laguna Verde, escondida en el cráter del Volcán Azufral, cuyo color y ubicación la convierten en una de las más hermosas del mundo.

Por último, sobre el piedemonte amazónico, está la Laguna de la Cocha, uno de los humedales naturales más grandes del país, ideal para los turistas interesados en realizar paseos guiados, pesca deportiva, senderismo y camping.

Destacado: Descarga la revista sobre el departamento de Nariño, tierra de herencia africana e indígena de la región del Pacífico Colombiano.

Gente hospitalaria y espiritual

En Nariño el elemento indígena es orgullosamente apropiado. Los blancos y mestizos aún usan palabras quichuas, se sienten orgullosos de hacer parte del Qhapaq Ñan y celebran el Inti Raymi o Fiesta del sol. Además, se mantienen vivos los valores de hospitalidad y hermandad heredados del mundo indígena. Los afrodescendientes, cuya presencia es más fuerte en la costa pacífica, se valoran desde la gastronomía y se caracterizan por ser alegres y familiares.

Esta mezcla de identidades hace que los visitantes que llegan al departamento de Nariño se encuentren con personas laboriosas, serviciales, perspicaces, espirituales y apegadas a la tradición. Su gente es, sin duda, uno de los tesoros a resaltar de esta región de Colombia.

Lugares y Fiestas emblemáticas

El arte, la arquitectura, la historia y la religión tienen un papel preponderante en San Juan de Pasto, la capital del departamento. Estos se ven reflejados en puntos de gran interés como el Museo del Oro Nariño, el Museo Alfonso Zambrano, el Parque Marino, la Casa de Sebastián de Belalcázar, la Universidad de Nariño y el Teatro Imperial.

Pasto exhibe también numerosos templos para el turismo religioso, especialmente en Semana Santa. Los más visitados son el Santuario de la Merced, la Iglesia Cristo Rey, San Felipe, Santiago, Fátima y la Catedral San Juan Bautista.

Cita destacada: Por fuera de Pasto, en el municipio de Ipiales, se encuentra el Santuario Nuestra Señora de Las Lajas, que se levanta entre dos montañas conectando la naturaleza con el mundo espiritual.

En cuanto a sus fiestas y celebraciones, los nariñenses se enorgullecen del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, y Patrimonio Cultural de Colombia. Por medio de comparsas, carrozas, murgas y disfraces, esta fiesta celebra el mestizaje y las identidades afro, indígena y blanca que habitan el territorio.

Otras celebraciones destacadas son el Carnaval de los rojos de Buesaco, el Encuentro de música andina, el Carnaval multicolor de la frontera, La peregrinación al Santuario de las Lajas en Ipiales, el Festival de maíz de Guacahez y el Festival de música del Pacífico que tiene lugar en Tumaco.

Pie de fotos: El Carnaval de Negros y Blancos se celebra cada año en Pasto, durante la primera semana de enero y atrae a un gran número de turistas nacionales y extranjeros.

Departamento de sabores exquisitos

La gastronomía de Nariño está muy marcada por los productos de la sierra y de los valles. Algunos de los platos más populares son el hervido pastuso, una bebida a base de jugo de frutas con licor de caña de azúcar, el tamal nariñense, el ají de maní, las empanadas de añejo, el cuy asado, el frito pastuso, el lomo de cerdo con mora o lulo, el postre de tomates y las pambazas, un pan especial de trigo.

En Tumaco, por su cercanía con el mar pacífico, resaltan preparaciones como los encocados de pescado, el cangrejo o camarón, el ceviche de concha (de camarón o de langostinos) y la cazuela de mariscos. Entre las bebidas están el arrechón y el biche.

Destacado: Conoce más información sobre el departamento de Nariño en la revista y podcast.

Finalmente, de Nariño cabe destacar sus artesanías. Las más apetecidas por los viajeros son las catedrales, carrozas del carnaval y los cuyes miniatura, elaborados en cerámica, los sombreros y bolsos de Iraca de la cultura sandoneña, la filigrana en oro y el Barniz de Pasto o Mopa.

Pie de fotos: El Barniz de Pasto o Mopa es una técnica tradicional que en el año 2020 fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.